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COREA DEL NORTE MANDA DESECHOS EN GLOBOS A COREA DEL SUR

Corea del Norte ha estado llevando a cabo una guerra de propaganda con Corea del Sur durante más de seis décadas, y recientemente ha intensificado sus esfuerzos al lanzar cientos de globos con desechos hacia el Sur. Estos globos transportaban bolsas de plástico llenas de basura y desperdicios, que fueron llevadas por el viento y llegaron a Corea del Sur entre el 28 de mayo y el 2 de junio. Las autoridades surcoreanas han instado a los residentes de las zonas afectadas a quedarse en sus hogares para evitar la exposición a estos desechos.

Este incidente se produce como represalia por la distribución de folletos con propaganda política contra el régimen de Kim Jong-un, que organizaciones no gubernamentales surcoreanas envían con frecuencia hacia el Norte, a menudo a través de globos. Ante las protestas de Seúl, Kim Yo-jong, hermana del líder Kim Jong-un y una figura influyente en el régimen norcoreano, respondió con ironía al calificar los lanzamientos de desechos como «sinceros regalos» al Sur, amparados por la «libertad de expresión».

Estos eventos subrayan la tensa relación entre Corea del Norte y Corea del Sur, así como la naturaleza provocativa de su guerra de propaganda. La situación plantea desafíos significativos para ambas partes y destaca la necesidad de encontrar formas más constructivas de abordar sus diferencias.

El envío de contenidos hostiles a través de globos es una práctica que forma parte del prolongado enfrentamiento entre Corea del Norte, un país comunista, y Corea del Sur, un país capitalista, que se originó durante la Guerra de Corea (1950-53).

El conflicto bélico terminó con un armisticio, pero nunca se ha logrado alcanzar un tratado de paz definitivo, lo que significa que ambos países siguen técnicamente en estado de guerra hasta el día de hoy.

Dada esta situación, ambas Coreas han recurrido a diversas tácticas para provocar inestabilidad o incitar a subversiones en el país enemigo. Una de estas tácticas es el lanzamiento de globos con todo tipo de contenidos, aprovechando los cambiantes vientos a través de la frontera que separa a ambos países en el paralelo 38.

Estos contenidos suelen incluir folletos conocidos como «pira» en coreano, y los primeros datan de la Guerra de Corea.

La «guerra de los panfletos» comenzó durante el conflicto armado, cuando las fuerzas de las Naciones Unidas (lideradas por EE.UU. del lado de Corea del Sur) lanzaron octavillas al Norte como parte de una estrategia de combate psicológico.

Por su parte, Corea del Norte también envió impresos propagandísticos dirigidos a las fuerzas de la ONU.

Esta práctica ha sido utilizada a lo largo de los años como una forma de influir en la opinión pública y desestabilizar al enemigo, siendo un reflejo de la continua tensión entre ambas naciones.

En la primera década del siglo XXI, las organizaciones civiles privadas de Corea del Sur han estado llevando a cabo una campaña para enviar globos con propaganda hacia Corea del Norte. Estos globos no solo contienen mensajes en contra del régimen de Kim Jong-un, sino que también incluyen otros artículos como fideos instantáneos, chocolatinas e incluso billetes de dólar estadounidense.

El aumento en los lanzamientos de globos con propaganda hacia el Norte se produjo después de que en 2010 el buque militar surcoreano Cheonan se hundiera, causando la muerte de 46 personas debido al impacto de un torpedo que Seúl atribuyó a Pyongyang.

Además, tras la cuarta prueba nuclear de Corea del Norte en enero de 2016, la administración de la conservadora Park Geun-hye en Corea del Sur reanudó las transmisiones propagandísticas hacia Corea del Norte a través de altavoces. Estas transmisiones consistían en instalar altavoces gigantes junto a la frontera para transmitir al país vecino información sobre los abusos de derechos humanos del régimen de Kim Jong-un, así como música popular de ídolos coreanos, entre otros contenidos.

Como respuesta a estas acciones, el gobierno de Corea del Norte comenzó a enviar panfletos hacia Corea del Sur, generalmente criticando la política de Estados Unidos hacia Corea del Norte, la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur, y la situación política en la mitad capitalista de la península. Este intercambio de propaganda ha sido parte de las tensiones políticas y militares entre ambas naciones.

Después de décadas de tensiones y conflictos en la península de Corea, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, llevaron a cabo un hito histórico al anunciar la Declaración de Panmunjom el 27 de abril de 2018. Esta declaración marcó un compromiso para cesar todas las actividades hostiles a lo largo de la Línea de Demarcación Militar, que es la frontera entre los dos países.

Entre las medidas acordadas se encontraba el cese de las transmisiones por altavoces y la distribución de folletos a partir del 1 de mayo. Estas acciones eran consideradas provocativas y habían sido fuente de tensiones durante mucho tiempo.

A pesar del acuerdo, algunas organizaciones no gubernamentales surcoreanas, muchas de las cuales estaban compuestas por refugiados que habían huido del Norte, continuaron lanzando octavillas y otros materiales informativos hacia Corea del Norte. Esta acción generó preocupación y descontento en el gobierno norcoreano.

La hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong, emitió una advertencia al gobierno de Corea del Sur, indicando que si no ponían fin a los envíos de material considerado como «basura», las relaciones entre ambos países podrían deteriorarse aún más.

Este evento histórico representa un paso significativo hacia la reducción de tensiones en la región, pero también destaca los desafíos y complejidades que persisten en las relaciones entre Corea del Sur y Corea del Norte.

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